Autorregulación emocional en adultos neurodivergentes tiene especial sentido…
Sentir mucho, todo el rato. O no saber muy bien qué se siente. Reaccionar de forma intensa a cosas “pequeñas” para otros. Bloquearse ante un estímulo inesperado. Tener la sensación de no tener un “botón de pausa” emocional.
Si te reconoces en alguna de estas situaciones, puede que estés experimentando uno de los desafíos más comunes en adultos neurodivergentes: las dificultades con la autorregulación emocional.
Pero antes de nada: no es un fallo tuyo. No estás roto/a. Y no necesitas “arreglarte”, sino entenderte mejor. La autorregulación no es un rasgo que se tenga o no se tenga; es un conjunto de habilidades que se desarrollan, y que muchas veces requieren adaptaciones, tiempo y autoconocimiento.
Desde el paradigma de la neurodiversidad, entendemos que las formas de sentir, procesar y expresar las emociones varían entre cerebros. No hay una única manera “correcta” de hacerlo. Este artículo ofrece una mirada comprensiva, afirmativa y práctica sobre cómo acompañarte emocionalmente desde tu propia forma de ser.