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Diagnóstico

Enmascaramiento en Niñas Autistas

El enmascaramiento en niñas autistas implica ocultar características del autismo para encajar socialmente, a menudo con consecuencias negativas como agotamiento emocional y diagnóstico tardío. Identificar esta estrategia es crucial para proporcionar un diagnóstico temprano y apoyo adecuado, mejorando así el bienestar y la calidad de vida de las niñas autistas.

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El autismo en las niñas es un tema que ha ganado atención en los últimos años debido a la creciente evidencia de que sus síntomas pueden diferir significativamente de los de los niños. 

Una de las razones principales por las que muchas niñas autistas pasan desapercibidas y no son diagnosticadas hasta la edad adulta es el uso, en ocasiones inconsciente, de estrategias de “masking” o enmascaramiento. 

Estas estrategias permiten a las niñas adaptarse a sus entornos sociales, pero a menudo con un enorme coste para su bienestar emocional y psicológico. 

En este artículo, exploraremos en profundidad qué es el enmascaramiento, cómo se manifiesta en las niñas autistas y las consecuencias de estas estrategias, así como la importancia de un diagnóstico temprano y el apoyo adecuado.

 

¿Qué es el Enmascaramiento o “Masking”?

El enmascaramiento se refiere a la adopción de comportamientos y expresiones que ocultan o minimizan las características del autismo para encajar mejor en la sociedad. 

Mientras que el enmascaramiento puede ser una herramienta útil para evitar la exclusión social y el acoso, como ya he comentado anteriormente también puede ser extremadamente agotador y llevar a problemas de salud mental a largo plazo. 

En las niñas, el enmascaramiento puede ser especialmente desarrollado en comparación con los niños, lo que hace que el autismo en niñas sea más difícil de identificar.

 

Ejemplos de Estrategias de Enmascaramiento en niñas autistas

Las niñas autistas pueden utilizar una variedad abundante de estrategias para enmascarar sus características autistas. 

A continuación, veremos cinco de las estrategias más comunes, acompañadas de ejemplos prácticos:

1. Imitación de Comportamientos Sociales:

Las niñas autistas observan mucho el entorno para intentar entender el funcionamiento del Mundo, observan y copian los comportamientos, gestos y expresiones faciales de sus iguales y de adultos. Esto lo hacen cuando internamente empiezan a notarse diferentes al resto, y en un intento de pertenecer desarrollan procesos de imitación para “ser” como los demás. 

Por ejemplo, si notan que sus compañeras se ríen de ciertas bromas, aunque no las entiendan, ellas también pueden reírse en el mismo momento para parecer integradas.

Ejemplo Práctico: María, de 10 años, observa que sus compañeras de clase se saludan con un abrazo y una sonrisa cada mañana. Aunque a María le resulta incómodo el contacto físico, ella imita este comportamiento para evitar parecer diferente. A menudo se siente ansiosa antes de llegar a la escuela, pero sabe que es necesario para encajar.

2. Preparación de Conversaciones:

Las niñas ensayan y preparan conversaciones con antelación, aprendiendo frases y respuestas estándar para diferentes situaciones sociales. 

Por ejemplo, pueden memorizar respuestas a preguntas comunes como “¿Cómo estás?” o “¿Qué hiciste el fin de semana?” para no quedar en blanco durante las interacciones.

Ejemplo Práctico: Ana, de 12 años, se prepara para una fiesta de cumpleaños repasando mentalmente posibles conversaciones. Sabe que alguien le preguntará sobre su película favorita, así que ensaya respuestas sobre varias películas populares. Esto le permite participar en las conversaciones sin parecer incómoda o fuera de lugar.

Si quieres saber más características de Autismo puedes leer: 22 rasgos de Autismo en Mujeres Adultas

3. Supresión de Comportamientos Estereotipados:

Otras estrategias en el afán de intentar ocultar la diferencia que sientes es esconder o reprimir sus comportamientos repetitivos (stimming) que puedan parecer extraños o inusuales a los demás. 

En lugar de balancear sus manos o repetir ciertos movimientos, pueden mantener sus manos quietas y realizar pequeños movimientos discretos con los dedos dentro del bolsillo para que así nadie lo vea.

Ejemplo Práctico: Laura, de 9 años, tiene la costumbre de balancear sus manos cuando está emocionada. En la escuela, se fuerza a mantener las manos en los bolsillos para evitar llamar la atención. Sin embargo, cuando llega a casa, se siente libre para expresarse y a menudo pasa varios minutos balanceando sus manos para liberar la tensión acumulada.

4. Adopción de Personajes o Roles:

Al no saber como actuar, o si su forma va a resultar diferente a lo que se espera de ellas, en ocasiones asumen un rol o personaje que han observado en la televisión, películas, o entre sus amigas, para tener un guion claro de cómo actuar en situaciones sociales y no llamar la atención. 

Por ejemplo, pueden adoptar el comportamiento y el estilo de habla de un personaje popular de televisión que sea socialmente aceptado y carismático. A veces esta forma de masking no les funciona porque puede que usen el personaje sin que tenga sentido por el contexto. Y cuando esto sucede puede generarles mucha mas inseguridad por sentirse desenmascaradas.

Ejemplo Práctico: Carla, de 11 años, se siente segura imitando a su personaje favorito de una serie de televisión. En situaciones sociales, habla y se comporta como el personaje, utilizando frases y gestos que ha memorizado. Sus compañeros de clase la encuentran divertida y carismática con lo que Carla se siente incluida en el grupo.

5. Evitación de Situaciones Difíciles:

Evitan situaciones sociales que son muy difíciles o que generan mucha ansiedad, prefiriendo quedarse en un segundo plano o participando en actividades donde se sientan más seguras. 

Por ejemplo, pueden quedarse en la biblioteca durante los recreos en lugar de socializar en el patio de juegos, donde las interacciones son menos predecibles y más desafiantes para ellas.

De hecho, con este ejemplo podríamos hacernos una idea de cuanta angustia deben pasar las niñas autistas no diagnosticadas a las que se las obliga a participar o estar en este tipo de entornos. El comedor del colegio, en el que hay que interaccionar con otros niños, suele haber mucho ruido, olores y demás, puede ser una vivencia hasta traumatizante.

Ejemplo Práctico: Sofía, de 13 años, se siente abrumada en el bullicio del recreo. En lugar de unirse a los juegos en el patio, prefiere pasar el tiempo en la biblioteca leyendo libros. Sus maestros la ven como una estudiante dedicada y tranquila, pero no se dan cuenta de que está evitando el estrés social porque es autista.

 

Consecuencias del Enmascaramiento

Si bien el enmascaramiento puede ayudar a las niñas autistas a “encajar” y evitar el acoso o la exclusión, también puede tener consecuencias negativas significativas.

Problemas de Salud Mental

El esfuerzo constante por enmascarar las características autistas puede llevar a un agotamiento emocional y mental, conocido como “burnout autista”. 

Este estado se caracteriza por una fatiga extrema, ansiedad, depresión y una disminución de la capacidad para funcionar en la vida diaria. También pueden pueden experimentar una baja autoestima y sentimientos de alienación debido a la constante sensación de tener que fingir ser alguien que no son.

Ejemplo Práctico: Isabel, de 15 años, ha pasado gran parte de su vida enmascarando sus características autistas. Aunque ha sido exitosa académicamente, se siente constantemente agotada y ansiosa. A menudo se pregunta por qué le cuesta tanto mantener las relaciones sociales y se siente sola y aislada, a pesar de sus logros.

Diagnóstico Tardío

El enmascaramiento puede retrasar significativamente el diagnóstico de autismo en las niñas. Debido a que sus síntomas no se ajustan al estereotipo típico del autismo (que se basa en gran medida en las presentaciones en varones), pueden ser malinterpretadas como simplemente tímidas, ansiosas o excéntricas. 

Este retraso en el diagnóstico puede impedir que reciban el apoyo y las intervenciones necesarias durante su desarrollo, lo que puede tener perjuicios duraderos en su bienestar y calidad de vida.

Ejemplo Práctico: Mariana, de 25 años, siempre sintió que era diferente pero no entendía por qué. Fue diagnosticada con ansiedad y depresión durante su adolescencia, pero no recibió un diagnóstico de autismo hasta los 24 años. Al recibir el diagnóstico, muchas de sus experiencias pasadas comenzaron a tener sentido, y pudo acceder a recursos y apoyo que mejoraron significativamente su calidad de vida.

Dificultades en la Vida Adulta

Las mujeres autistas que no son diagnosticadas hasta la edad adulta a menudo reportan que la vida social y profesional es un desafío significativo. Sin un diagnóstico, pueden no entender por qué ciertas situaciones son tan difíciles para ellas y pueden no tener acceso a adaptaciones en el lugar de trabajo o la universidad. Además, pueden luchar con la autocomprensión y la aceptación de su identidad autista.

Ejemplo Práctico: Clara, de 30 años, siempre ha tenido problemas para mantener un empleo estable. A menudo se siente abrumada en el ambiente de oficina y tiene dificultades para seguir el ritmo social de sus compañeros. Tras su diagnóstico de autismo a los 29 años, pudo buscar adaptaciones en el trabajo y encontrar un entorno laboral que se ajustara mejor a sus necesidades, lo que le permitió prosperar profesionalmente.

 

Importancia del Diagnóstico Temprano y Apoyo Adecuado

Dada la carga emocional y mental del enmascaramiento, es crucial que las niñas autistas sean diagnosticadas lo antes posible. Un diagnóstico temprano permite a los padres, educadores y profesionales de la salud proporcionar el apoyo adecuado y las adaptaciones necesarias para ayudar a las niñas a prosperar y a no padecer muchas de las experiencias que por desagracia son tan frecuentes en niñas autistas, como son el abuso de poder o sexual, violencia física, verbal o psicológica etc.

Estrategias de Apoyo en el Autismo

1. Educación y Sensibilización:

Aumentar la conciencia sobre las diferentes presentaciones del autismo en niñas puede ayudar a los padres y maestros a reconocer los signos tempranos. 

Considero que la formación específica sobre autismo femenino es una asignatura pendiente y que es imprescindible para que los profesionales de la salud y la educación hagan buenas intervenciones.

Ejemplo Práctico: En una escuela primaria, los maestros reciben capacitación sobre las señales de autismo en niñas. Esto les permite identificar a Ana, de 7 años, que aunque es muy inteligente, tiene dificultades para interactuar con sus compañeros y sigue rutinas muy estrictas. Gracias a esta capacitación, Ana es evaluada y diagnosticada temprano, lo que permite implementar estrategias de apoyo en el aula.

2. Entornos Inclusivos:

Crear entornos escolares y comunitarios inclusivos que valoren la diversidad neurológica puede reducir la presión sobre las niñas para enmascarar sus características autistas. Esto incluye la implementación de políticas anti-acoso y la promoción de la aceptación de las diferencias.

Ejemplo Práctico: Una escuela secundaria implementa un programa de concienciación sobre la neurodiversidad, fomentando la comprensión y aceptación de todos los estudiantes. Carla, de 14 años, que siempre ha sentido la necesidad de enmascarar sus comportamientos autistas, se siente más segura para ser ella misma en este entorno inclusivo y empieza a participar más activamente en las actividades escolares.

3. Apoyo Social y Emocional:

Proporcionar apoyo social y emocional a las niñas autistas puede ayudarles a desarrollar habilidades de para gestionar de forma saludable y reducir la necesidad de enmascaramiento. 

Esto puede incluir terapia, grupos de apoyo y programas de habilidades sociales adaptados a sus necesidades.

Ejemplo Práctico: Sofía, de 11 años, asiste a un grupo de habilidades sociales diseñado para niñas autistas. Aquí, aprende técnicas para manejar la ansiedad social y hacer amigos, lo que reduce su necesidad de enmascarar sus comportamientos. Además, se siente más comprendida y apoyada por sus compañeras de grupo.

4. Intervenciones Personalizadas:

Las intervenciones personalizadas que abordan las necesidades individuales de cada niña pueden ser más efectivas que los enfoques generales. Esto puede incluir psicoterapia especializada, terapia ocupacional, logopedia y apoyo educativo especializado.

Ejemplo Práctico: Laura, de 8 años, recibe psicoterapia para poder gestionar todas las situaciones difíciles que le ha tocado ir viviendo y terapia ocupacional para abordar sus sensibilidades sensoriales. Estas intervenciones personalizadas le permiten sentirse más cómoda en su entorno escolar y comunicarse de manera más efectiva con sus compañeros y maestros.

5. Apoyo Familiar:

El apoyo y la educación a los padres y familiares son cruciales. Ayudar a las familias a entender el autismo y las estrategias de enmascaramiento puede mejorar su capacidad para apoyar a sus hijas de manera efectiva.

Ejemplo Práctico: Los padres de Clara, de 10 años, asisten a talleres de educación sobre el autismo donde aprenden sobre el enmascaramiento y cómo apoyar mejor a su hija. A partir de esta formación, implementan estrategias en casa que ayudan a Clara a sentirse más segura y aceptada por ser ella misma.

Masking en niñas autistas

El enmascaramiento es una estrategia común entre las niñas autistas no diagnosticadas que les permite adaptarse a sus entornos sociales, pero a menudo a un alto coste emocional y psicológico.

Reconocer y entender el enmascaramiento es crucial para identificar y apoyar a las niñas autistas de manera adecuada.

Un diagnóstico temprano y un apoyo personalizado pueden hacer una gran diferencia en la vida de estas niñas, ayudándolas a vivir de manera más auténtica y saludable.

La creciente conciencia sobre el autismo en las niñas y las diferencias en sus presentaciones puede conducir a una mejor identificación y apoyo.

Con la difusión y la información, espero que más niñas reciban el diagnóstico y el apoyo que necesitan para prosperar, reduciendo la necesidad de enmascaramiento y mejorando su calidad de vida.

En este artículo he abordado el enmascaramiento en niñas autistas, las estrategias comunes utilizadas y las consecuencias de estas prácticas. También quiero hacer hincapié en la importancia del diagnóstico temprano y las estrategias de apoyo adecuadas para ayudar a estas niñas a desarrollarse de manera saludable y auténtica.

Al aumentar la comprensión y la conciencia sobre este tema, podemos trabajar juntos para crear un mundo más inclusivo y comprensivo para todas las personas autistas.

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