Psicoterapia

Diagnóstico

Cómo afecta ser autista a tu pareja: Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra

El Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra, es un fenómeno psicológico que afecta principalmente a las parejas de personas autistas. El nombre “Casandra” hace referencia a la figura mitológica griega que tenía el don de la profecía, pero cuya veracidad no era creída por los demás. Similarmente, quienes sufren de Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra se sienten incomprendidos y emocionalmente desatendidos por sus parejas neurodivergentes. Este artículo explorará en detalle el Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra, sus síntomas, causas, y estrategias de manejo desde la perspectiva de la Psicoterapia Humanista Integrativa, modelos desde el que trabajamos en el Instituto de Neurodivergencias.

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Que es el Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra

El Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra no es un trastorno oficialmente reconocido por los manuales diagnósticos como el DSM-5, pero ha ganado reconocimiento en la comunidad de salud mental debido a la creciente conciencia sobre el impacto que las relaciones con individuos autistas que puede tener en las parejas neurotípicas.

Las personas afectadas por Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra experimentan una profunda sensación de soledad y frustración debido a la falta de conexión emocional y empatía percibida de sus parejas.

Síntomas del Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra

Los síntomas pueden ser variados y abarcan un amplio espectro de experiencias emocionales y psicológicas.

Entre los más comunes se encuentran:

Sensación de Soledad: 

Las parejas de personas autistas a menudo pueden sentir que sus necesidades emocionales no son comprendidas ni satisfechas. Eso puede suceder por cuestiones tan sutiles como no encontrar una sonrisa al llegar a casa, que evite el contacto físico o que no entienda tu propio lenguaje no verbal. Cuando vivimos este tipo de escenas de forma reiterada y por largo tiempo puede llevar a un profundo sentimiento de aislamiento, soledad e incluso a pensar que hay falta de amor en la pareja.

 

Ansiedad: 

Lo mismo que les pasa a las personas autistas cuando sienten que no encajan y que tienen que hacer mucho esfuerzo para “adaptarse” a la interacción social neurotípica puede sucederle a sus parejas dentro de casa. Puede darse una sensación de no sentirse querido, suficiente, comprendido o deseado etc, lo que puede generar mucha ansiedad. Las diferencias que pueden existir en cuanto a comunicación y a respuesta emocional entre autistas y neurotípicos puede generar un ambiente de estrés constante. Esto puede llevar a las parejas a sentirse constantemente en alerta, tratando de interpretar las intenciones y emociones de su compañer@ autista.

 

Depresión: 

Si mantenemos en el tiempo lo descrito anteriormente se puede desarrollar una depresión en las personas con Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra.

 

Autoestima Baja: 

La continua percepción de no ser importante para su pareja puede erosionar la autoestima de las personas afectadas por Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra, haciéndolas sentir insuficientes o inadecuadas. Esa sensación de que falta chispa, la relación no fluye y que llevas esperando desde hace demasiado tiempo puede generar la idea de que sea culpa tuya (tanto en la persona neurodivergente como en la neurotípica). Y cuando es por mi culpa, el paso siguiente es entrar en que haya algo malo en mi, y dudamos de nuestra propia valía.

 

Problemas de Salud Física: 

Como bien es sabido, el estrés crónico y la ansiedad pueden manifestarse físicamente, causando problemas como dolores de cabeza, problemas digestivos y trastornos del sueño entre otras muchísimas patologías.

 

Causas del Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra

El Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra tiene sus raíces en las diferencias en cuanto a la comunicación y en cuanto a la forma de mostrar empatía características del autismo. Las personas autistas a menudo tienen desafíos importantes para interpretar y responder a las señales emocionales de los demás, lo que puede llevar a malentendidos y a una desconexión emocional en la relación. Puedes leer más sobre características de las personas autistas adultas pinchando en el enlace.

Algunas de las causas subyacentes incluyen:

 

Dificultades de Comunicación: 

Las personas autistas, en mayor o menor medida, pueden tener desafíos para expresar sus emociones y entender las de los demás. Esto puede llevar a malentendidos y a una falta de comunicación emocional efectiva dentro de la pareja.

 

Falta de Empatía Cognitiva: 

Aunque muchas personas autistas pueden sentir empatía emocional, a menudo tienen dificultades con la empatía cognitiva, es decir, con entender y prever las emociones y reacciones de los demás.

 

Foco en Intereses Personales: 

Las personas autistas suelen tener intereses muy específicos y pueden centrarse intensamente en ellos, a veces a expensas de las necesidades y deseos de su pareja. Probablemente, el reto sea confluir en algún interés común.

 

Rigidez Cognitiva: 

La dificultad para adaptarse a nuevas situaciones y la preferencia por rutinas rígidas pueden hacer que las relaciones con personas neurotípicas sean complicadas y frustrantes. Puede que no reciba tu sorpresa tal y como lo esperabas ya que, el mismo hecho de cambio de planes, puede generar malestar en las personas autistas.

 

Diagnóstico y Evaluación

El diagnóstico del Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra es complicado debido a que no es un trastorno oficialmente reconocido. Sin embargo, la evaluación puede realizarse a través de entrevistas clínicas y cuestionarios diseñados para evaluar el bienestar emocional y la calidad de la relación.

Algunas herramientas útiles pueden incluir:

 

Entrevistas Clínicas: 

Un profesional de la salud mental puede realizar entrevistas detalladas para entender la dinámica de la relación y los desafíos emocionales que enfrenta la pareja.

 

Cuestionarios de Calidad de Relación: 

Herramientas como el Cuestionario de Satisfacción Marital o el Índice de Calidad de Vida pueden ayudar a evaluar el impacto emocional en la relación de que uno de los miembros sea autista.

 

Evaluaciones de Estrés y Ansiedad: 

Escalas como el Inventario de Ansiedad de Beck pueden ser útiles para medir los niveles de ansiedad y estrés en la pareja neurotípica.

 

Estrategias de Manejo y Tratamiento desde la Psicoterapia Humanista Integrativa

La Psicoterapia Humanista Integrativa se enfoca en la totalidad del ser humano, abordando tanto las experiencias emocionales como los patrones de comportamiento y pensamiento. En el contexto del Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra, este enfoque busca promover el crecimiento personal, la autoexploración y la conexión genuina entre las parejas. 

Además de la Psicoterapia individual para personas Neurodivergentes que te explico ampliamente en el enlace, algunas estrategias interesantes son:

Terapia de Pareja desde un Enfoque Humanista Integrativo: Este tipo de terapia se centra en mejorar la relación a través de la comunicación abierta y la comprensión mutua. Los terapeutas pueden trabajar con las parejas para desarrollar una mayor empatía y conexión emocional, abordando directamente las necesidades insatisfechas y los sentimientos de soledad.

Grupos de Apoyo: Participar en grupos de apoyo para parejas de personas autistas puede proporcionar un sentido de comunidad y de comprensión, y ofrecer estrategias prácticas para manejar el Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra.

Autocuidado y Crecimiento Personal: Fomentar prácticas de autocuidado, como el ejercicio regular, la meditación y mantener una red de apoyo social, puede ayudar a las personas con Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra a manejar el estrés y la ansiedad. Además, la Psicoterapia Humanista Integrativa puede apoyar el crecimiento personal y la autoexploración, permitiendo a las personas desarrollar una mayor autocomprensión y resiliencia.


Casos de Estudio

Para ilustrar mejor el impacto del Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra y la efectividad de la Psicoterapia Humanista Integrativa, a continuación se presentan dos casos de estudio:

 

Caso de Estudio 1: Ana y Luis

Ana y Luis han estado casados durante diez años. Luis fue diagnosticado con autismo a los 35 años, después de que Ana insistiera en que algo no estaba bien en su relación. Ana describe sentirse constantemente sola y no escuchada. Aunque Luis es atento y trabajador, su incapacidad para responder a las necesidades emocionales de Ana ha generado una profunda brecha en su relación. A través de la Psicoterapia Humanista Integrativa, Ana y Luis han aprendido a comunicarse de manera más efectiva, y Ana ha encontrado consuelo en un grupo de apoyo.

La terapia les ha permitido estar más presentes y conscientes de sus interacciones, mejorando significativamente su conexión emocional.

 

Caso de Estudio 2: María y Carlos

María y Carlos han estado juntos durante cinco años. Carlos, es autista, es un hombre brillante y exitoso, pero su incapacidad para captar las señales emocionales de María ha llevado a muchos malentendidos y peleas. María a menudo se siente invisible y no valorada. Con la ayuda de un terapeuta especializado Psicoterapia Humanista Integrativa, María y Carlos están trabajando en mejorar su comunicación y en desarrollar una mayor comprensión y empatía mutua. La terapia desde este enfoque les ha permitido abordar directamente sus necesidades insatisfechas y fortalecer su vínculo emocional.

 

Conclusión

El Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra es una realidad compleja y desafiante para muchas parejas donde uno de los miembros es autista.

Aunque no es un diagnóstico oficial, el impacto emocional y psicológico del Trastorno de Deprivación Afectiva de Casandra es innegable. A través de la Psicoterapia Humanista Integrativa, que se enfoca en la totalidad del ser humano y promueve el crecimiento personal y la autoexploración, es posible mejorar la calidad de vida de las parejas afectadas y fomentar relaciones más saludables y satisfactorias.

La investigación continua y el reconocimiento de estas dinámicas son esenciales para proporcionar el apoyo adecuado a quienes lo necesitan.

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